SAP SOLUCIONES OPEN BANKING
Nueva normativa bancaria PSD2. Conciliación SAP automática
La directiva PSD2, que quiere decir Payment Service Providers, de sus siglas en inglés, y que significa Proveedores de Servicios de Pago, supone un avance en los servicios relacionados con nuestros pagos dentro de la UE, a través de la creación de un mercado único de pagos.
Esta directiva se basa en el concepto del open banking, que abre la oportunidad a empresas que tengan el permiso de los usuarios, a realizar pagos a través de sus cuentas bancarias, es decir, que ya no se necesitaría al banco como intermediario para realizar este tipo de transacciones. Esto brinda una mayor agilidad a estos procesos.
La PSD2 regula y armoniza dos clases de servicios que ya existían cuando se adoptó la primera PSD en 2007 pero que se estaban popularizando en los últimos años: por un lado los servicios de iniciación de pagos (PIS) y por otro los servicios de información de cuenta (AIS). El servicio de información de cuenta (AIS) consiste en recoger y almacenar la información de las distintas cuentas bancarias de un cliente en un solo lugar, permitiendo a los clientes tener una visión global de su situación financiera y analizar fácilmente sus gastos y sus necesidades financieras.
Basándonos en esta normatica y apoyados en las soluciones del mercado hemos desarrollado una herramienta que incorpora en SAP la Norma 43 y automatiza la concilición bancaria.
SAP Cash Flow automático
Aunque pueda sonar complicado, en realidad, el flujo de efectivo, también llamado flujo de caja y, en inglés, cash flow, tiene un significado sencillo, pues su definición es, simplemente, el conjunto de movimientos de dinero en efectivo que se realizan en un periodo determinado, tanto el efectivo que recibimos de terceros, como el que sale de nuestra empresa, negocio u organización, por ejemplo, en forma de pago.
Si te preguntas para qué nos sirve el estado de flujo de efectivo, es un indicador fiable y en tiempo real de la capacidad de liquidez que tiene nuestro negocio, es decir, muestra cuánto efectivo podemos generar en el momento que lo consultamos.
Entre otras cosas, nos ayuda a prever si necesitaremos financiación a corto plazo para asumir las deudas actuales y en cuánto tiempo podremos pagarlas, es decir, nos ayuda a conocer la liquidez y la solvencia económica de la organización.
El análisis del flujo de caja es importante para tomar decisiones de inversión, pues su conveniencia económica depende de los flujos esperados del proyecto. También es útil para evaluar los resultados de la empresa, pues su supervivencia exige que su flujo de caja sea positivo; es preciso que genere más dinero que el que absorba para desarrollar su actividad. Una empresa que no genere dinero y, que, por el contrario, sea sistemáticamente un sumidero de efectivo, está llamada a desaparecer como sucede con cualquier negocio. Si bien una empresa puede sobrevivir aunque tenga pérdidas continuadas, su colapso puede ser inmediato si carece de dinero.
Pero el flujo de caja de un periodo aislado puede no ser representativo de la bondad de los resultados ni de la marcha de la empresa, ya que puede deberse a unas inversiones elevadas que rendirán flujos satisfactorios en el futuro. Por eso, al igual que el beneficio, debe ser analizado durante varios periodos para evitar los comportamientos coyunturales.

La fórmula que hemos optado para calcular el cashflow es la más conocida y empleada, es el cashflow contable. Puede ser interesante, sobre todo a efectos comparativos entre distintos ejercicios, pero tiene una limitación importante y viene dada por la regla del devengo.
Italent te propone el cashflow agregado bancariamente donde podras conocer los saldos bancarios y detalle de movimientos sin necesidad de ir acudir a la contabilidad. Todo ello integrado con las operaciones corrientes para el mejor dato de previsión de liquidez, incluyendo gastos corrientes de nomina e impuestos.
El análisis financiero diferencia los tres siguientes flujos:
• El flujo operativo de caja o flujo de caja libre, que mide los fondos generados por la actividad económica, sin tener en cuenta los flujos destinados al capital empleado por la empresa (la deuda financiera y el patrimonio neto).
• El flujo de caja para la deuda que acumula los importes vinculados a la deuda financiera, es decir, el servicio neto de la deuda mantenida durante el periodo.
• El flujo de caja para el accionista, que cuantifica los fondos generados en el periodo, disponibles para repartir entre los accionistas. Este flujo para el accionista se materializa en los dividendos, la recompra de acciones y en el aumento de los excedentes de tesorería y se nutre de las ampliaciones de capital.
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